CHILE: CONSUMO DE SODIO ES EL DOBLE DEL RECOMENDADO
El alarmante consumo de sal está directamente relacionado con enfermedades cardiovasculares, como hipertensión o afecciones cardíacas.

Un estudio de la Universidad Mcaster siguió durante 10 años a 155 mil personas de varios países del mundo, incluido Chile, para evaluar sus hábitos alimenticios y la incidencia de enfermedades como la obesidad y cardiopatías. Como resultado, la investigación indicó que en nuestro país, el consumo de sodio es de 4,9 gramos (que equivale a 12,2 grs. de sal) en promedio al día, más del doble sugerido por la Organización Mundial de la Salud, OMS, que es de 2 gramos.
¿Por qué es preocupante esta cifra?
El alto consumo de sodio está directamente relacionado a un aumento de la presión arterial, lo cual predispone a enfermedades como la hipertensión, afecciones cardíacas y cerebrovasculares, además de estar dentro de los factores de riesgo de cáncer de estómago y osteoporosis, entre otras.
Qué dice la Organización Mundial de la Salud
La OMS recomienda reducir la ingesta de sodio a menos de 2 g/día (5 g/día de sal), para disminuir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y cardiopatía coronaria en adultos.
Países de la región, como Argentina, ya tomaron medidas sobre este tema. En el país transandino, eliminaron los saleros de las mesas en restoranes y plantearon otras regulaciones tendientes a disminuir el sodio presente en alimentos, con una ley que comenzó a regir en 2013.
Chile, de acuerdo al estudio de la Universidad Mcaster, por otro lado, está en el quinto lugar de consumo de sodio a nivel mundial. El ranking lo lidera China, seguido de Turquía, Bangladesh y Colombia.
Consejos para disminuir el consumo de sodio
- Lee las etiquetas de los productos que compras, poniendo atención en su contenido de sodio. Prefiere aquellos rotulados como “bajo en sodio”.
- Disminuye paulatinamente la cantidad de sal que usas para cocinar, de esa forma te irás acostumbrando a usar cada vez menos, hasta que acostumbres a tu paladar.
- En vez de sal, prefiere aderezos como el limón y vinagre para tus ensaladas, y aliños y especias para tus comidas.
- Evita el consumo periódico de kétchup, mostaza preparada, pepinillos, encurtidos, aceitunas, salsas de soya, de carne, picantes o inglesas, carnes y pescados ahumados, quesos amarillos, cecinas y maní salado.
- Prepara salsas saludables para acompañar tus comidas, a base de verduras, yogurt y condimentos.
- No agregues sal a tus comidas sin antes haberlas probado. Lo ideal es erradicar el salero de la mesa.
- Prefiere agua mineral “libre en sodio”, así como el quesillo sin sal, pan sin sal y galletas de agua sin sal.
- De ser posible, consume masas dulces (como galletas y queques) preparadas en casa, ya que las que encuentras en el comercio, contienen conservantes que son con base a sodio.
- Utiliza sal baja en sodio, pero antes consulta a tu médico, ya que no todos pueden consumirla por contener un alto contenido de potasio.